Que yo también lo veo.
Que cuando cruza por debajo del cielo solo el tonto mira al cielo.
Que sé como agacha la cabeza, levanta la mirada y se muerde el labio superior.
Que conozco su voz en formato susurro, y formato gemido y en formato secreto.
Que me sé sus cicatrices, el sitio donde lo tienes que tocar para conseguir que se ría, y también lo de sus caderas...
oh! Preciosa la entradaa! Te sigo.
ResponderEliminarSi quieres, puedes visitar mi blog, y si te gusta, síguemee;)
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