12 enero 2011

Querido anónimo:
Tengo un poco de miedo, pero no se lo digas a nadie.
Necesitaba hablar contigo porque realmente me siento fuera de órbita, como si nunca lo hubiera estado realmente... ya sabes a lo que me refiero. Estaba a punto de llamarte pero recordé que no podía hacerlo, entonces fue cuando me decidí a escribirte...
Mi sonrisa guarda algún que otro secreto, y como no, hace que recuerde cosas que sólo sentía antes. Me gustaría saber si alguna vez lo has sentido... Espero que me contestes.
Tengo mucho que hacer, he de reformar mi interior y pintar las paredes de un color más vivo, que ya va siendo hora... en cuanto a mi corazón, ya lo conoces. En realidad hay novedades... pero creo que no es el momento ni el lugar para que te des por enterado de ellas. Ten paciencia.

1 comentario: